En el año 2011, la Sociedad de Festeros, en aquel momento presidida por Rafael Ferrero Terol, cursó la solicitud ante de conselleria de Cultura para que dos de los actos mas emblemáticos de las Fiestas de Moros y Cristianos de Ontinyent, la Baixà del Santísimo Cristo de la Agonía y las Embajadas, fueran declaradas Bien de Interés Cultural (BIC).
La solicitud permaneció paralizada en los despachos de la conselleria durante unos años, que coincidieron con la presidencia de Toni Morales y la breve etapa de Michel Aliaga. En el año 2015, la junta presidida por José Rafael Sanchis Vicedo se dirigió a la conselleria para preguntar en qué estado se encontraba esta petición, a lo que desde Valencia se contestó que todas las fiestas de Moros y Cristianos gozaban de protección según la Orden 50/2015, de 13 de mayo, de la Conselleria de Educación, Cultura y Deporte, por la que se declaran Bien Inmaterial de Relevancia Local las fiestas de Moros y Cristianos de la Comunitat Valenciana.
Ante esta respuesta, desde Festeros se recordó a la conselleria que la petición de declarar BIC estos dos actos era bastante anterior a la aprobación de la orden que declaraba Bien inmaterial de relevancia local las Fiestas de Moros y Cristianos.
Finalmente, desde la conselleria se ha creado una comisión que es la encargada de analizar las peticiones particulares que algunas poblaciones habían cursado los últimos años, entre ellas, Ontinyent. En enero esta comisión estudió de nuevo los informes que en su día Ontinyent envió y también estableció unos criterios para la concesión de la declaración BIC. En el momento en el que la Sociedad de Festeros fue conocedora de estos nuevos criterios, solicito la colaboración de Alfred Bernabeu, cronista de la ciudad y que como vicepresidente en 2011 fue el encargado de redactar el informe de 2011, para que actualizara a los nuevos criterios la documentación que en su día se presentó. Esta actualización está en su fase final y en breve se espera que pueda enviarse de nuevo a la conselleria de Cultura, cuyos técnicos han trasladado a la Sociedad de Festeros su compromiso de convocar a la comisión de manera inmediata a la recepción de la documentación actualizada, de manera que el proceso no vuelva a quedarse estancado como ocurrió en la primera ocasión.
El objetivo de la Sociedad de Festeros, tanto en la primera petición del año 2011 como en la actualidad, es lograr la máxima protección posible para dos actos muy singulares de las Fiestas de Moros y Cristianos de Ontinyent, que entienden que merecen un especial reconocimiento.
Entre los nuevos requisitos exigidos por la Dirección General de Cultura y Patrimonio está que la petición sea avalada por otras instituciones locales, asociaciones cívicas y culturales. Por ello, desde la Sociedad de Festeros han mandado cartas a distintas entidades locales en las que solicitan la adhesión a esta petición. En esta misma carta, desde Festeros reiteran la importancia de proteger para futuras generaciones la estructura de la Baixà y de las Embajadas, unas celebraciones que se han conservado inalterables desde el nacimiento de las Fiestas. De hecho, la Baixà del Cristo es continuadora de la tradición de la soldadesca de la época foral, cuando los soldados acompañaban con salves a la Purísima en procesión.