Consumida buena parte de este año festero tan importante para nosotros, arranca el “Mig Any” con lo que ello significa para la ciudad de Ontinyent en general y para el mundo morocristiano en particular. Por delante otros seis meses intensos que nos conducirán a la Semana Grande, a una cálida noche del último viernes de agosto. Sin darnos cuenta, alguien proclamará esas palabras mágicas: “avant kábilas, avant”. En ese momento, miles de recuerdos pasarán por nuestra mente, instantes en los que, por cortos que parezcan, recordaremos a todos aquellos seres queridos que ya no están con nosotros pero que a buen seguro, desde algún lugar al menos tan maravilloso como este, disfrutarán al máximo de este sueño, de ese momento tan especial.
Hace más de 30 años, el destino quiso que recalara en la que hoy es mi comparsa, de la mano de un grupo de amigos a los que siempre estaré agradecido.
Hoy, esa misma comparsa me brinda la oportunidad de ostentar el cargo de capitán moro. Un honor que, como he comentado en diferentes ocasiones, me llena de orgullo y felicidad, a la vez que supone una enorme responsabilidad. Soy consciente de que ya han desfilado 13 capitanías desde el nacimiento de la fiesta bajo la bandera de nuestra comparsa; 14 con la nuestra. Antecedentes que nos obligan a ser dignos sucesores de nuestros mayores y que merecen por nuestra parte un esfuerzo e implicación máximos. Desde estas líneas mi compromiso total, tanto con mi comparsa como con las fiestas de Ontinyent.
Ese mismo destino ha querido que comparta cargo con un grupo fantástico de personas. Un año emocionante, intenso y sincero que nos hará tener presentes los valores que mantienen más vivas que nunca nuestras fiestas: convivencia, respeto e igualdad, propios de nuestra condición festera. Una grata experiencia de la que también deseo hacer partícipe a la comparsa que me vio nacer: los Bucaneros, voz y enseña del bando cristiano para este año 2017. Fue allí donde, de la mano de mi padre y junto a mis hermanos, aprendí gran parte de lo que hoy soy y siento como festero.
Este año, desde el honor que otorga ostentar el cargo de capitán moro 2017, me gustaría invitaros a compartir el Mig Any, un preludio de lo que serán unas inolvidables fiestas de Moros y Cristianos. Un sueño convertido en realidad, una fantástica aventura que me gustaría disfrutar con todos vosotros.
No quisiera despedirme sin reiterar el agradecimiento a mi comparsa, que hago extensivo a mi escuadra “Kabilets”, a mi familia y muy especialmente a mi esposa Sabela y a mis tres hijos por el apoyo incondicional, tan necesario en este año de capitanía.
Un abrazo.