Una vez pasadas las fiestas navideñas, en las cuales afloran sentimientos, y donde reforzamos las relaciones y buscamos el análisis y conclusiones de un año vivido, también llegan los momentos cuando, bien acomodado en el calor hogareño, cierras los ojos y te quedas meditando, es decir dormido y soñando.
Empiezas a verte en la plaça de Baix, en plenos meses estivales al atardecer, sentado junto a tus amigos de LA GAMBA y en el centro de la mesa los aperitivos. En el momento ideal, aparece el PORRONET, siempre con ímpetu alegre y desbordante. Tambien tenemos a los más veteranos del lugar, no por edad, sino por convicción, que empiezan a mover el SABLE. Los más maduros, por sapiencia de la fiesta, saben respetarla y buscan en el armario su TURBAN y su ESPINDARGA. El atardecer se hace oscuro y miras al cielo y es azul, puro, vivo y en la mente te imaginas a los hombres y mujeres TUAREGS que no paran de moverse. Con la oscuridad, tenemos la suerte de que existe MITJA LLUNA, que sigue resplandeciente con su alegría y constante juventud. Y como decía el cantante: nos dan las nueve y las diez y llega la ONCE, con su chispa y apetito de risas inigualable, como otros muchos más, bien encaminados y guiados por haber sido hábiles marineros como el REM.
Muchas conversaciones de actos festeros : recuerdos sobre el maestro Cervino y las ultimas embajadas y, como no, el siempre gracioso regocijo de la expresión del centinela con su arcabuz MATAMOROS, cuyas únicas armas utilizadas son las palabras, lo que nos lleva a todos al respeto por el arte en mayúsculas de este acto. Como no podía ser de otra forma, al finalizar los bocadillos, siempre se oye el mismo grito al servicio: SARA-MATA de timonet y herberet, lo que denota alegría continuada y, finalizada la cena, los más jóvenes ya pierden el temor y dicen a sus progenitores siempre la misma canción: DUS-MAMA-DUS., y no parece MALA MANERA de reclamar algo que todos hemos hecho en alguna ocasión.
Pero la alegría brota de inmediato, cuando despiertas del sueño. Estamos en el Mig Any: la fiesta empieza ya .
Tenemos un nuevo reto en el seno de la FAMILIA ABENCERRAJE, que debemos asumir con responsabilidad. Cada uno de nosotros aportaremos trabajo, ilusiones y, en gran medida, sentimientos y sensaciones que se completarán con un gran nivel de exigencia colectiva para que, una vez más nuestra fiesta mora-cristiana seá un éxito.
Por ello, ABENCERRAJES, debemos CREER para crear. CREAR felicidad que no se puede comprar, FELICIDAD que únicamente se puede COMPARTIR Y DISFRUTAR.
DISFRUTA, ONTINYENT, que estas fiestas tienen todos los ingredientes: entusiasmo, emociones, ilusión, calor y un público muy especial.
Disfrutemos del MIG ANY y contagiemos a todos de lo que está a punto de llegar.