Saluda Capitán Moro José Galiana Borredá

Una vez pasadas las fiestas na­videñas, en las cuales afloran sentimientos, y donde reforza­mos las relaciones y buscamos el aná­lisis y conclusiones de un año vivido, también llegan los momentos cuando, bien acomodado en el calor hogare­ño, cierras los ojos y te quedas medi­tando, es decir dormido y soñando.

Empiezas a verte en la plaça de Baix, en plenos meses estivales al atarde­cer, sentado junto a tus amigos de LA GAMBA y en el centro de la mesa los aperitivos. En el momento ideal, apa­rece el PORRONET, siempre con ím­petu alegre y desbordante. Tambien tenemos a los más veteranos del lugar, no por edad, sino por convicción, que empiezan a mover el SABLE. Los más maduros, por sapiencia de la fiesta, saben respetarla y buscan en el arma­rio su TURBAN y su ESPINDARGA. El atardecer se hace oscuro y miras al cielo y es azul, puro, vivo y en la men­te te imaginas a los hombres y mujeres TUAREGS que no paran de moverse. Con la oscuridad, tenemos la suerte de que existe MITJA LLUNA, que sigue resplandeciente con su alegría y cons­tante juventud. Y como decía el cantan­te: nos dan las nueve y las diez y llega la ONCE, con su chispa y apetito de risas inigualable, como otros muchos más, bien encaminados y guiados por haber sido hábiles marineros como el REM.

Muchas conversaciones de actos feste­ros : recuerdos sobre el maestro Cer­vino y las ultimas embajadas y, como no, el siempre gracioso regocijo de la expresión del centinela con su arcabuz MATAMOROS, cuyas únicas armas utilizadas son las palabras, lo que nos lleva a todos al respeto por el arte en mayúsculas de este acto. Como no po­día ser de otra forma, al finalizar los bo­cadillos, siempre se oye el mismo grito al servicio: SARA-MATA de timonet y herberet, lo que denota alegría conti­nuada y, finalizada la cena, los más jó­venes ya pierden el temor y dicen a sus progenitores siempre la misma can­ción: DUS-MAMA-DUS., y no parece MALA MANERA de reclamar algo que todos hemos hecho en alguna ocasión.

Pero la alegría brota de inmediato, cuando despiertas del sueño. Estamos en el Mig Any: la fiesta empieza ya .

Tenemos un nuevo reto en el seno de la FAMILIA ABENCERRAJE, que debe­mos asumir con responsabilidad. Cada uno de nosotros aportaremos traba­jo, ilusiones y, en gran medida, senti­mientos y sensaciones que se comple­tarán con un gran nivel de exigencia colectiva para que, una vez más nues­tra fiesta mora-cristiana seá un éxito.

Por ello, ABENCERRAJES, debe­mos CREER para crear. CREAR fe­licidad que no se puede comprar, FELICIDAD que únicamente se pue­de COMPARTIR Y DISFRUTAR.

DISFRUTA, ONTINYENT, que es­tas fiestas tienen todos los ingredien­tes: entusiasmo, emociones, ilusión, calor y un público muy especial.

Disfrutemos del MIG ANY y contagie­mos a todos de lo que está a punto de llegar.